El Ministerio de Fomento no tiene previsto construir la segunda pista en el aeropuerto de Manises hasta después del año 2020, según los documentos de la revisión de su plan director. El departamento que dirige José Blanco, a través de su empresa pública Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), prevé que las actuales instalaciones se encuentren saturadas una vez se sobrepasen los 10 millones de pasajeros al año.
Esta cifra se alcanzará, de acuerdo con los estudios que maneja la citada empresa pública, una vez transcurran 12 o 13 años.
La medida de ampliar la instalación se aplicará a las terminales de pasajeros. Tan es así que AENA pretende construir otra, prácticamente enfrente del actual emplazamiento pero mucho más cerca de la autovía Madrid-Valencia. Una de las terminales se dedicaría al tráfico nacional y la otra al internacional. Pero eso sucederá en la tercera década del siglo, cuando se superen los 10 millones de pasajeros.
Los estudios de AENA, seguramente, tendrán que realizarse de nuevo. Al parecer se elaboraron cuando el mercado aeronáutico volaba por encima de las nubes y Manises no paraba de crecer. Pero el año pasado empezó a poner el freno de mano durante el último trimestre y en el actual ejercicio las cifras de pasajeros están cayendo en picado.
Los cálculos de AENA señalan que Manises tendrá en 2010 nada menos que 7,139 millones de pasajeros, 8,6 en 2015 y 9,8 millones en el año 2020.
Ese era el camino previsto, pero la crisis está haciendo mella en el sector aéreo, especialmente en el aeropuerto valenciano. De enero a abril, Manises ha perdido 500.000 viajeros respecto al mismo periodo del año pasado.
Y si Manises en 2007 rozó la cifra de seis millones de pasajeros, este año estará difícil llegar a los cinco, tal y como está comportándose el mercado aeronáutico, con una caída de un 30% en Valencia.
Las recomendaciones de actuación que se hace a sí misma AENA para el máximo desarrollo del aeropuerto cuando se supere el año 2020 deja claro que no se contempla el traslado de las actuales instalaciones, sino que el aeródromo de Manises crecerá en dirección oeste.
El documento señala que en el futuro el campo de vuelos estará compuesto «por dos pistas paralelas a 1.615 metros de distancia entre ejes y 3.215 metros de longitud cada una».
Estas dos pistas que AENA dice que prevé construir cuando el aeropuerto supere los 10 millones de pasajeros y lo utilicen más de 130.500 aeronaves, podría permitir que aterricen o despeguen 80 aviones cada hora.
Esa segunda pista se adentraría, muy posiblemente, en la antigua zona militar del aeropuerto y afectaría a una pinada e incluso a edificios.
En cuanto a la zona de pasajeros, se pretende unir en un futuro la terminal regional inaugurada en 2007 con la prevista ampliación del antiguo edificio y convertirlo todo en una terminal de aviación regional.
La construcción de otro bloque para pasajeros, cerca de la A-3, se destinará al tráfico internacional. Comportaría, además, la edificación de otro edificio de aparcamientos, «dispondría también de una segunda parada de metro» y de un acceso directo desde la citada autovía.
Fuente: Las Provincias
Ay en 2020! hacer pronósticos a 11 años vista me parece arriesgado. De todas formas yo estuve el domingo por la tarde en el aeropuerto y no hay suficiente tráfico para una segunda pista en mi opinión.
Como técnico tengo que decirte que todas y absolutamente todas las carreteras y autovías en general que tú utilizas, tanto para ir a casa o a otra ciudad de este país están elaboradas y diseñadas en base a predicciones y no sólo para 11 años como este caso, sino para 15 o 20 años. Si bien la crisis ha hecho mella, también es cierto que ha aumentado muchísimo la operatividad en las líneas Low Cost y la estrategia debe seguir ese rumbo, puesto que Valencia tiene mucho potencial turístico y aún no se le ha sacado todo el partido que debiera para competir con Alicante en la captación de tráficos. De este modo, la lógica indica que la crisis reduce el número de viajes, pero también cabe tener en cuenta en que cuando exista la posible recuperación económica, los tráficos no solo volverán a valores anteriores, sino que además tenderán a un crecimiento extra motivado por la recuperación. Para ello, la infraesctructura no solo es necesaria, sino imprescindible.