Valencia ha conseguido que AENA modifique una de las rutas de salida que efectúan los aviones al despegar del aeropuerto de Manises y de esta forma se consiga minimizar el ruido aéreo que realizan los reactores durante su paso por el casco urbano. Así se acordó ayer en una reunión interna entre Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) el Ayuntamiento de Valencia y el resto de los municipios del Área Metropolitana. «Ha sido un encuentro muy positivo, porque por primera vez se ha aprobado por todos los pueblos afectados, a excepción de Xirivella, que se modifique la ruta de salida de vuelos de configuración este», explicaba ayer el portavoz de la concejalía de Contaminación Acústica.

 La actual ruta de salida recorre Pinedo y la opción de la dirección de AENA es desviarla pero sin llegar hasta pedanías como La Torre, Castellar o municipios de l’Horta como Sedaví o Paiporta.

Ayer los municipios afectados votaron tres posibilidades y finalmente se aceptó la que mayores beneficios daría a los valencianos. «Con la opción aprobada, de las 58.199 personas afectadas sólo continuarían con ruidos 61 y por tanto es un gran logro y es la que se ha elegido», añadían fuentes municipales.

Las otras dos opciones, continuarían afectando a 10.000 y 14.000 personas respectivamente. «Por tanto, todos los ayuntamientos nos hemos declinado por la primera opción», señalaban desde Contaminación acústica.

El Ayuntamiento de Valencia solicitó datos y estadísticas del número de ciudadanos que sufrían las molestias y ayer se entregaron. «Ahora solo nos queda que estas modificaciones se apliquen con rapidez y se instalen las cámaras para vigilar que los aviones cumplan con los nuevos itinerarios acordados», señalaban.

Con la alternativa aprobada se reducirá el ruido del 34% de los vuelos que cruza el casco urbano de Valencia. El trabajo, por tanto todavía sigue adelante, por el resto seguirán generando molestia. No obstante, son sobre todo las maniobras de salida de los aviones las que generan más ruido que las de aproximación al aeropuerto y es en este punto donde los técnicos están buscando soluciones que minimicen el impacto acústico.

Esta medida, sin embargo, no se aplicará como mínimo hasta marzo de 2010 porque antes debe pasar por las diferentes vías administrativas. El cambio de ruta deberá pasar antes por una declaración de impacto ambiental y tras tener todos los vistos buenos del Gobierno se podrá cambiar definitivamente.

Junto a este cambio de rumbo, AENA también ha autorizado la instalación de un sonómetro en la plaza Maguncia mediante el que se medirán los decibelios que se generan durante el paso de los reactores. En el resto de localidades de l’Horta se ubicarán otros nuevos enclaves para instalar los sonómetros que detectarán el itinerario de cada avión y comprobar de igual forma los daños.

Valencia no es la única ciudad que ha solicitado este sistema de control. Son muchas las ciudades que también los están solicitando, como es el caso del aeropuerto del Altet, por eso AENA estudia habilitar un sistema global para que los interesados puedan conocer el ruido que hacen los aviones al pasar por sus viviendas.

Esta decisión es un adelanto para calmar las quejas de los cientos de ciudadanos que no cesan de llamar día tras día al Ayuntamiento reclamando una solución ante sus noches de insomnio.

Acabar con la contaminación acústica es una de las prioridades del equipo de gobiern. Una de sus primeras actuaciones fue presentar alegaciones en contra de la actualización del mapa estratégico del ruido que elaboró el aeropuerto. El Ayuntamiento asegura que no cesarán de reunirse las veces que sean necesarias para recuperar la ciudad tranquila de hace tres años y sobre todo en barrios como San Marcelino, San Isidro, Patraix o el Bulevar sur.

Fuente: Las Provincias